¿Son las rabietas de los niños una señal efecto de un descuido educativo grave de los padres?
Es muy facil caer en la trampa de educar a los hijos bajo el principio de recompensas: "Si haces esto, entonces tendrás tu premio"
El sistema de recompensas aplicado a la relacion padres/hijos suele perder su eficacia muy rápido, se desgasta cuando no se sabe dosificar, sobre todo cuando para el niño cobra más importancia el premio (smartphone, tablet...) que el amor, la educación y la autoridad de los padres.
Si los hijos hacen berrinches y rabietas por no recibir su tablet o por no poder seguir jugando en su smartphone es que que los padres ya han dejado llevar la situacion muy lejos, no han sabido detener las primeros expresiones de límites, ha crecido la manifestacion de la frustración. La rabieta es la señal que al niño no se la enseñado a contener o controlar su frustración, los padres no han subido dar contencion al yo.
Por ello y por muchas razones en Alemania se recomienda el otorgar a partir de los 12 años el uso de un smartphone, tablet o iPhone.
Para muchos padres que se ven agotados y agobiados, la salida mas fácil es que ante situaciones en que saben o no pueden ocuparse de sus hijos es permitiéndoles sin límites el uso de tales aparatos.
Muchos padres se sienten sin el poder, sin la fuerza ante sus hijos, sin la capacidad de establecer con sus hijos una relacion, sin excesos, sin castigos ni premios, sino estructurada, de obediencia pero también de confianza otorgada al niño para que vaya aprendiendo a autoregularse. A veces los padres no lo logran por estar desorientados, con sus propios problemas o conflictos emocionales, se sienten inseguros, y/o se sienten culpables conciente o inconscientemente.
También hay padres que desde otra situación personal psiquica-emocional, (¿una 'radical dependencia y desvalimiento'?) suponen que no hay que poner límites a sus hijos Y que hay darles todo lo que piden. Los hijos así, encarnan la "proyección del narcisismo primario al que sus padres han debido renunciar y que ahora retorna triunfante encarnado en el cuerpo del hijo. La omnipotencia del niño solapa siempre su radical dependencia y desvalimiento".
Cuando la educación de los niños por parte de los padres y profesores se caracteriza por una falta de límites, ausencia de restricciones o por una inestable estructura se borra la diferencia entre adultos-padres/niños-hijos, termina confundiendo entre responzabilizar/obligar, ceder/conceder, autonomía/apego,
lealtad/complicidad. Esto suele tener fuertes consecuencias...."
E.Correa021124Frankfurt
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